AVALANCHA GANDHI SUR
De entrada: ¿Alguien de los lectores está en contra de una noble campaña cómo la de luchar contra el cáncer de seno? Seguro que nadie.
Todos hemos tenido una madre, esposa, novia, amiga, hermana, vecina, compañera de trabajo padeciendo esa horrorosa enfermedad que se lleva a los seres más importantes que podemos tener los hombres al lado como son las mujeres.
Sigo: ¿Muchas veces no hemos estado en desacuerdo con algunas acciones desmedidas puntuales de Avalancha Sur? Seguro que todos.
Lo que pasa es que no hay que confundir peras con manzanas y confundiéndolas, pretender salir ilesos.
Muchachos, hay algo que los estudiosos han dado por llamar “símbolo” y este opera cuando no sólo informa de un significado, sino que además evoca valores y sentimientos, representando ideas abstractas de una manera metafórica o alegórica, eso, eso se conoce como símbolo.
Veamos, Lili Medina Z. plantea por ejemplo que la araña ha sido representada visualmente en culturas como la egipcia y la maya simbolizando la creación y la vida, por su capacidad para formar hilos a partir de su propio cuerpo, pero también por otras culturas ha simbolizado la muerte y la guerra por su aptitud cazadora y lo letal de su veneno.
Dice esa estudiosa que en las religiones se utilizan símbolos que evocan en sus seguidores los valores y creencias propios de cada una de ellas, por ejemplo, la luna creciente simboliza al islamismo; la cruz es el símbolo de los cristianos y la estrella de David representa a la religión hebraica.
Entonces, en el fútbol los símbolos no tienen por qué ser distintos, en este deporte -el más pasional- de los inventados sucede que los símbolos se respetan en demasía y los colores más. Si el Templo Sagrado del fútbol venezolano admite colores ellos deben ser el amarillo y negro o el vinotinto y en todo caso cualquier otro color, que sea el de enaltecer los altos valores del deporte pero en donde no estén en juego esos tres colores que allí acaban de mencionarse.
Supongan que en la lucha contra el cáncer el símbolo sea comer cerdo por un día: ¿los judíos aceptarían? ¿Cómo les explicamos? “Oye judío cómete este cerdo que es sólo por hoy. Está buenísimo, es por un diita, deja el dramatismo, chamo” Pero vuelvo al deporte, pídanle ustedes a un hincha del xeneize que su Boca Juniors del alma juegue en La Bombonera con una camiseta donde en su pecho esté estampado a última hora en el escudo de su equipo una gallina ¿Ustedes creen qué ese juego sería normal?
Pídanle al Caracas F.C. que juegue en el Estadio Olímpico con una camiseta en la que se lea: “Sentimiento de un Pueblo, Envidia en un país” Pídanle eso a los rojos del Ávila.
La lección que hoy dio la Avalancha Sur con una protesta absolutamente pacífica a la que yo llamaría no “invasión de cancha” sino “invasión de pista de tartán” tiene solo un resultado, en el Templo –quedará en la historia- no se profanó jugando el aurinegro de rosado. No se trata de machismo, no se trata de no apoyar nuestras mujeres, no se trata de que como no tengo tetas no entiendo. Y conste que entre los miembros de esa barra había muchachas, niñas, jóvenes y señoras adultas sentadas en las gradas ataviadas de rosado y nadie atentó contra ellas, todas fueron respetadas y reconocidas como corresponde, es decir, Avalancha Sur apoyó la noble causa.
La junta directiva si quería acompañar la campaña contra el cáncer de seno ha podido implementar un cintillo en la camiseta o bien una manga en la misma; pero no imponer a trocha y mocha algo cuyo significado no hay que explicarle a un aurinegro lo que el rosado le produce, lo que el rosado le simboliza. Más si durante una semana negaron que eso iba a suceder
¿Se equivocó más la Avalancha o se equivocó olímpicamente la Junta Directiva?
Muchas ocasiones he combatido los actos violentos que considero errados del barrismo venezolano, pero hoy, ni un empujón entre un policía e hincha hubo que a centímetros estuvieron por más de una hora, ni una silla rota hubo, ni un tiro al aire se oyó y vaya que en 38 años de historia he visto violencia en el Templo. Esa misma barra que hoy todos destruyen y tratan como un homogéneo grupo de desadaptados, borrachos o consumidores de estupefacientes es la misma barra que confeccionó la bandera nacional más grande y hermosa que este país jamás haya visto, que lágrimas nos produjeron de alegría y orgullo y que en bastantes publicidades veo por cierto.
Para estigmatizar que no me llamen por favor.
Pero hoy se demostró más aún que el pueblo es sabio y paciente y con PAZ, le dijo a la directiva nos cansamos de la gerencia a control remoto a la distancia y vía satélite; nos cansamos de que sigan malogrando la historia gloriosa del equipo; nos cansamos que aunque se dilapide dinero que no es de nosotros igual el equipo es patrimonio de la mayoría de los venezolanos y a ello debemos atender siempre.
Los jugadores pasan, los cronistas pasan, los medios de comunicación pasan, las juntas directivas pasan, pero la Avalancha Sur con PAZ hoy no permitió que jugara de rosado el Deportivo Táchira en Pueblo Nuevo y el equipo queda.
Y finalizo con una pregunta: ¿intentarán poner a jugar una vez más al Deportivo Táchira de rosado luego que por una semana dijeron que no lo harían?
A los pueblos no se les provoca y hoy Pueblo Nuevo se los demostró una vez más.
Estoy con la lucha contra el cáncer. No quiero ni una dama más muerta por esa horrible enfermedad. Estoy con Avalancha Sur. No estoy con Táchira de rosado, ni jamás lo estaré. No estoy con camisetas impuestas en madrugonazos entre gallos y medianoche.
«La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia» Mahatma Gandhi
Foto de @dogorvs